El día de ayer, nuestra comunidad conmemoró el Día de la Convivencia Escolar con una serie de actividades que promovieron el respeto y el buen trato entre todos los miembros del colegio. Durante los recreos, el equipo de formación lidero dinámicas y juegos...
Charla Motivacional del trialetleta no vidente Luis Gutierrez
25 de Jun, 2019
El pasado míercoles 19 de Junio, el trialeta no vidente Luis Gutierrez, visitó las dependencias del nuestro colegio para dar su testimonio a los estudiantes de los electivos de Educación Física.
¡Tú puedes! A él, la ceguera lo llevó a ser
campeón.
Un disparo lo dejó al borde de la muerte: luchó por
su vida y pudo salvarse, pero nunca más volvería a ver el rostro de su pequeña
hija: se había quedado ciego para siempre. Hundido en las sombras de una
profunda depresión, jamás imaginó que algo tan simple como correr, sería la
clave para volver a vivir. Conoce la historia del campeón paralímpico Luis
Gutiérrez y su potente mensaje.
En la foto, el
atleta Luis Gutiérrez junto a su corredor guía.
“Yo nunca pensé que
iba a perder mi visión. Antes yo veía lo que quería ver, no lo que tenía que
ver, y trato de transmitirle ese mensaje a la gente. Y mucha gente me lo
entiende, y quiere más su vida.”
Luis Gutiérrez, atleta ciego.
Fue carabinero y gendarme en unidades penales.
Vistió uniforme con orgullo y pasión. Hoy, debe usar un bastón. Así comienza
Luis Gutiérrez, atleta chileno, el relato de lo que han sido los últimos años
de su vida, que estuvo a punto de terminar a causa de un disparo, pero que lejos
de ello, tomó un impulso nuevo y transformador que lo llevó a subirse al podio
de los campeones.
Un abrir y cerrar de ojos
Luis nació en 1981 en Ovalle, pero desde el año
1999 está radicado en Santiago. Actualmente, es atleta paralímpico y
seleccionado nacional, disciplina T11 (Ceguera total). Entrena 6 días por
semana, dos de los cuales son doble jornada. Soltero, con dos hijas que son su
orgullo y principal motivación, lleva una vida, como él define, normal. Pero
lograr este equilibrio no fue fácil. En 2009 recibió accidentalmente un impacto
de bala en su cabeza. La bala entró por la sien izquierda y salió por la sien
derecha. Estuvo 18 días en coma, y luego, 2 meses en coma inducido. Gracias a
Dios, dice Luis, “desperté. Sin
secuelas. Sólo pérdida total de visión, de ambos ojos”.
Los años siguientes fueron tal vez, la mayor prueba
que le tocaría enfrentar. Recuperado del accidente, pero incapaz aún de aceptar
su nueva condición, se hundió en la depresión. “Me sentía en un hoyo oscuro. No podía salir. Me metí en el alcohol,
vicios. Me metí en el cigarro, comía de todo. Llegué a pesar 97 kilos. Y pensé
que el mundo se me había acabado… Lo único que deseaba era morirme. Esas eran
mis palabras. Le preguntaba a Dios para que me dejó en la tierra. ¿De qué sirvo?.”
Fueron tiempos difíciles. Para Luis y para su
pequeña hija. Por ella, sacó fuerzas de donde no había y decidió ingresar al
COSAM, Centro de Rehabilitación de la comuna de Puente Alto. Y como si se
tratara de un poderoso efecto dominó, al abrir una puerta, comenzaron a abrirse
las demás y mucho antes de lo que jamás imaginó, estaba asumiendo nuevos
desafíos, sintiendo la libertad y abrazando la vida.
Aprender a vivir
Luis conoció el Colegio para personas con
discapacidad visual, Santa Lucía, gracias al COSAM. Entró a la escuela el año
2012: “Sentía decenas de bastones. Escuchar bastones, más bastones. Yo decía
¡Dios mío! ¿Dónde estoy metido? ¿Qué hago acá?. Una semana aguanté y me fui. No
quise más…. Pero luego me dio por volver. Me dije: esta es mi vida. Tengo que
asumir que soy ciego y tengo que luchar. Veía a mi hija… un decir… Veía a mi
hija y ella me dio mucha fuerza”
En la Escuela de Ciegos Santa Lucía, el futuro
atleta estudió informática, cuestión que tampoco había imaginado porque no
sabía que las personas ciegas podían ejercer este oficio. Se sorprendió a sí
mismo aprendiendo cosas nuevas y principalmente, descubriendo que podía
alcanzar la autonomía: “Aprendí a
manejarme con mi bastón. Aprendí a pasar al casino sólo, a servirme mis cosas
sólo en bandejas. Para mí el quedar ciego fue nacer de nuevo: aprender a
caminar, a leer, a escribir, a comer, a afeitarme, a vestirme. Todo de cero. Es
nacer de nuevo.”
Nuevos sueños
Con la voluntad de aprender a vivir, Luis Gutiérrez
continuó asistiendo al Colegio Santa Lucía. Y fue uno de sus profesores quien
un día cualquiera, lo invitó a descubrir el deporte que volvería a cambiar su
destino: lo invitaron a correr. Para Luis, en un primer momento esa posibilidad
le parecía remota. Ya lo había inscrito en la lista de las cosas que no podría
volver a hacer nunca más. Sin embargo, estaba felizmente equivocado: “Un día
equis un profesor va y me dice: Luis, ¿Te gustaría trotar?, te gustaría correr?
Y yo me pregunté ¿Está loco? ¡Soy ciego! ¿Cómo voy a correr?” Pero el docente
no dejó espacio a la duda, y Luis recuerda claramente cómo lo enfrentó a sus
miedos y le dijo: préstame tu bastón, agarra la cuerda y corre.
“Para mí el soltar
el bastón y correr fue una libertad. Sentí una cosa en la guatita que para mí
fue genial: el correr. ¡Corría y corría! Parecía un cabro chico. Después ya no
quería soltar más la cuerda”, dice Luis, y en su voz se percibe
esa felicidad intacta.
En 2014, Luis participó de sus primeros juegos
parasuramericanos representando a Chile. Obtuvo doble bronce en 1.500 y 5.000
metros. “Y cuando me subí al podio, y sentí estar representando a Chile, me
dije: aquí me quedo. Nadie me saca de aquí”, dice Luis, quien luego de esa
primera experiencia ha participado en un sinnúmero de corridas regionales,
nacionales e internacionales. Posee docenas de medallas, trofeos y
reconocimientos. Ha participado en triatlones, realiza trekking, nado y todo lo
que signifique un paso más en aquello que le devolvió la plenitud: el deporte.
En la foto, Luis
Gutiérrez en el podio de los medallistas. Premiación parasuramericanos 2014.
Aprender a mirar
La carrera de Luis
no es sólo en la pista. Su gran apuesta es difundir el deporte para todos y
todas. Su preocupación, son los miles de niños con discapacidad visual que
necesitan mayor inclusión. Su mensaje es claro: hay que aprender a vivir, a
valorar lo que uno tiene y da por sentado, pero que efectivamente podemos
perder de un momento a otro: “Yo jamás
nunca en mi vida pensé que iba a quedar ciego. Y soy ciego. Por eso le enseño a
la gente, le transmito a la gente, que por favor traten de disfrutar su día a
día al máximo: a sus familiares, sus colegas, hermanos, hijos, ya que… nadie
sabe lo que va a pasar mañana. Nadie tiene la vida comprada. Yo nunca pensé que
iba a perder mi visión y aquí estoy. Antes yo veía lo que quería ver, no lo que
tenía que ver, y trato de transmitirle ese mensaje a la gente. Y mucha gente me
lo entiende, y quiere más su vida.”
Luis cuenta en primera persona su experiencia de
vida y las grandes lecciones aprendidas: “No me gusta dar pena. Mucha gente
llora, pero desconsoladamente. Cuento por detalle lo que pasó cuando me
dispararon, la reacción que tuve, en lo que recaí, como me empecé a parar,
cuales fueron mis primeros pasos como atleta, los triunfos. Y a la gente le
llega mucho el mensaje. Y el mensaje que yo les transmito a ellos es que
quieran su vida, aprendan a valorar su vida, a valorar lo que tienen. A
veces la gente está muy disconforme. Tienen mucho y están disconformes. Y lo
primordial: mucha gente tiene todos sus sentidos buenos. Tienen buena salud y están
disconformes. Y yo les enseño que con todas esas cosas que tienen, con todos
esos sentidos que tienen, que no tienen ninguna limitación, pueden hacer muchas
cosas. Y les inventivo, y trato también de motivar que hagan deporte: el
deporte es bueno. Y les muestro. Yo ahora peso 65 kilos, y hace 4 años pesaba
97 kilos. Y no me hice una lipo, no me hice nada. Sólo correr. Un par de
zapatillas y correr, entrenar, hacer ejercicio. Trato de motivar que el deporte
es bueno, que quieran el día a día. Que aprovechen al máximo el día a día y…
puede ser fuerte, pero yo lo digo: mañana puede ser tarde.”
Algunos de sus
logros
Medalla de bronce Juegos Parasuramericanos de
Santiago 2014, en 1500 metros y 5000
metros.
Open Caixa de Sao Paulo 2015, medalla de bronce.
Séptimo lugar en los 1.500 metros planos de los
Parapanamericanos de Toronto 2015.
Primer lugar en su categoría 42K Maratón de
Santiago 2018 con un tiempo de 2:54:22
Primer lugar en su categoría Iron Man de Pucón 70.3
año 2019
Primer lugar en su categoría 21K Maratón de
Santiago 2019 con un tiempo de 1:21:14